jueves, 22 de marzo de 2012

La estrategia huelguista de UGT y CCOO salta por los aires


VUELVE UN VIEJO FANTASMA
El Semanal Digital


21 de marzo de 2012
No están los ánimos de Méndez y Toxo estos días para lanzar cohetes. Y no precisamente por su indignación contra la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, que merma ostensiblemente su poder, o por el sustancial recorte en las subvenciones "made in Ejecutivo popular", sino –o, mejor dicho, además- por la hecatombe que parece avecinarse: un nuevo pinchazo en la huelga general.

El cabreo de los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, quedaba más que patente este martes cuando el propioIgnacio Fernández Toxo calificaba, airado, de "gravísima irresponsabilidad" el desmarque público del sindicato CSIF –que aglutina a la mayoría de empleados públicos- de la cita huelguista del 29 de marzo. Sin embargo no era ninguna sorpresa.
 
Antes de una convocatoria de estas características existe un diálogo entre los diferentes agentes sociales y ya ahí este sindicato independiente mostró su postura. Aún así, días atrás, los sindicatos de Méndez y Toxo incluyeron en su manifiesto el apoyo de CSIF que tuvo que apresurarse a emitir un comunicado desmintiendo su rúbrica.

Este martes, y después de que las diferentes delegaciones regionales de este sindicato anunciasen que no respaldarían la convocatoria, la dirección nacional de CSIF confirmaba su "no" a la huelga general calificándola de "inoportuna" por estar promovida por "intereses ajenos a la defensa de los trabajadores". Lo que no quiere decir que estén conformes con la reforma laboral, pero consideran que al encontrarse en pleno trámite parlamentario aún continúan abiertas vías para el diálogo. 

No es la primera vez que la sintonía sindical se rompe -tampoco el sindicato mayoritario de funcionarios respaldó la huelga general de 2010, por considerar que CC.OO. y UGT la convocaban con "dos años de retraso"-, pero el resquebrajamiento es ahora más evidente por el oportunismo de algunos.

Tampoco es ésta la única escisión. Las últimas protestas del 11-M levantaron ampollas en un amplio sector de la ciudadanía que, al menos, fueron percibidas por algunos sindicatos. Así, USO decidió desmarcarse y trasladar sus protestas al 8 de marzo, que era el día en que se convalidaba en el Congreso de los Diputados la reforma. Evitando así herir innecesariamente sensibilidades en el aniversario del mayor atentado terrorista en la historia de España.

En este contexto, UGT y CC.OO se decidieron a abrir otra caja de los truenos: la de los servicios mínimos. La propuesta que ponen sobre la mesa del Ministerio de Fomento es que éstos se cubran al 30 por ciento, mientras Ana Pastor avisa de que tratará que sean "equilibrados" entre los derechos de quienes quieran trabajar ese día y los que se sumen a la huelga. 

Difícil acuerdo cuando para Méndez, literalmente, "el derecho del trabajador no debe ser objetivo prioritario sobre el derecho de huelga", en un país en el que más de 5.000.000 de parados quieren trabajar. Más aún si, para rematar, los continuos escarceos de Méndez yToxo con su principal apoyo político en estos momentos, el PSOE, amenazan con sentenciar su particular y precipitada cruzada contra el Gobierno-PP. 

En este sentido, no es de extrañar que el pasado lunes, tras el veredicto de los últimos sondeos electorales en Andalucía y Asturias, ambos tratasen de desmarcar sus protestas de ambos comicios. No obstante, cuatro días después, ambos se verán sometidos a referéndum. 

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